Si tienes un trabajo y necesitas negociar algún aspecto en particular, como un beneficio adicional o mejores condiciones, es importante centrarse en el objetivo a lograr, y, además, tener en cuenta el entorno en el que te desenvuelves.
Independientemente del contexto y la situación del momento, estas siete claves te permitirán establecer las reglas para una negociación que resulte beneficiosa para ambas partes, que es como necesitas gestionar este tipo de acuerdos.
Si estás en la situación de ingreso a un nuevo empleo, es recomendable que puedas explorar las condiciones, horarios y demás aspectos, desde los que, paso a paso, podrás configurar algunos beneficios, sobre todo si eres un profesional valioso para la organización.
Mejor aún es el caso de quien, teniendo trabajo, es tentado por la competencia para moverse: en estos casos, por lo general, hay mayor permeabilidad a dar un paquete atractivo al nuevo colaborador. Incluso si es tu primer empleo, puedes, con el tiempo esmerarte en tu desempeño; mostrar tu valía y aportes positivos y constructivos; y, recién después, encarar una negociación para mejorar algunos aspectos.
- No todo es dinero
En todos los países del mundo se observa una tendencia al retraso salarial que por lo general no acompaña el costo de vida y a veces es desparejo respecto a las responsabilidades. Es importante saber que el salario no es lo único importante a negociar: está lo que se llama el “salario emocional”. Aquí van algunos ejemplos de lo que puedes explorar para aumentar un beneficio personal, sin deteriorar el trabajo que realizas ni los objetivos a cumplir:
- Más tiempo libre.
- Mejor espacio físico para trabajar.
- Horario flexible dependiendo del tipo de tareas.
- Responsabilidad sobre un proyecto en particular que te permita sumar experiencia en un campo nuevo.
- Estudios de distinto tipo y cursos de perfeccionamiento dentro y fuera de la empresa.
- Participación en eventos del sector, para relacionarte con nuevos actores y conocer un mundo más allá de tu posición actual.
- Trabajo desde casa (home-office), una tendencia que va en aumento, aunque requiere que seas extremadamente organizado y que no decaiga tu rendimiento.
- Mejoras en tecnología indispensable para tu labor.
- Evaluación para acceder a un mejor plan de salud, membresía a algún club de pertenencia como un gimnasio, si es que otros colaboradores ya lo tienen.
- Descuentos en productos de la empresa.
7 claves para negociar
- Antigüedad de al menos un año. No es conveniente negociar beneficios o situaciones especiales si no cuentas con un período mínimo de permanencia, donde hayas demostrado tu calidad profesional, no tienes ausentismo y manifiestas un alto compromiso y responsabilidad.
- No saltes a tu superior. Este es un error muy frecuente; necesitas seguir el procedimiento de la estructura de la empresa.
- Cuando tienes un gran logro en beneficio de la empresa, estarán mejor predispuestos a escuchar tu requerimiento especial.
- No extorsionar a la empresa con las frases típicas como “si no me conceden lo que pido tendré que buscar otro empleo”, o “me siento desmotivado porque la empresa no me apoya”. Se espera de ti una buena inteligencia emocional que te permita afrontar distintas situaciones.
- Muestra lo que haces. Crea tu marca personal dentro de la organización. ¿En qué te distingues de la media? ¿Por qué deberían considerarte alguien especial?
- Genera vínculos duraderos, más allá de lo que quieras negociar en un momento determinado.
- Prepárate para la negativa, y ten un plan B y C a mano. De esto se trata ser flexible, condición que, también, impera en el mundo del trabajo.